Hemos dado muchas vuelta a lo largo de los años, hemos recorrido prácticamente la mitad del territorio nacional. Soy de Almonacid de Zorita, un pueblecito de Guadalajara, aunque nací en esta última, pero por una cuestión técnica, cuando yo nací las mujeres ya podían ser trasladadas a Guadalajara al hospital.
Años después vivimos en otro pueblecito muy pequeño también de Guadalajara, tan pequeño que no teníamos ni siquiera pan, nos lo traía en panadero de otro pueblo y las señoras salían al oído del pitido de su furgoneta.
Este panadero de Budia era mítico, y todavía hoy lo recordamos con una sonrisa en la cara: traía, además de pan, secos. Unas tortas de aceite y azúcar que no creo que se nos olviden ni a mi hermana ni a mi en toda nuestra vida.
La última vez que estuvimos en Almonacid y de vuelta a nuestro lugar de residencia pasamos por Budia buscando precisamente secos. No había, de hecho no es la primera vez que nos pasa lo mismo, pero ya que estábamos allí cogimos algunas cosas, en concreto mi madre cogió unas tortas tipo españolitas.
La verdad es que yo no las hubiera cogido, las veía muy grandes y con mucha canela, pero de sabor son muy ricas, y lo mejor es que viendo el número que venían en la bolsa, seis creo recordar, pensé que algo habría que hacer con ellas.
Claro, a eso se unió que en casa teníamos vino dulce de Bodegas Mariscal, de Mondejar, muy cerca de Almonacid donde habíamos estado la pasada Navidad en busca de algunas botellas de vino.
Al final dicho y hecho, por su tamaño las tortas eran óptimas para recortarlas y ponerlas de base a tarteletas de queso, o de yogur, teníamos vino dulce riquísimo y al final salió lo que salió.
Ingredientes.
- tortas tipo soletilla o españolitas.
- 10 ó 12 fresas.
- 3 cucharadas soperas de azúcar.
- 3 cucharadas de vino dulce.
- 2 yogures naturales azucarados.
Preparación.
Hay que limpiar las fresas, reservar 2 y las demás hay que cortarlas en trozos pequeños, más o menos de medio centímetro. Una vez que están cortadas se ponen en un bol y se les echa el azúcar y una cucharada de vino dulce, se tapan con un poco de papel film y a la nevera. Tienen que esta al menos 12 horas para que las fresas suden.
Hay que coger un vaso de presentación, por ejemplo los vasos de whisky están bien porque son anchos y no muy altos.
En el fondo hay que poner una base de las tortas tipo españolitas, con cuidado se recorta con el tamaño del vaso y se mete hasta la base del mismo.
Se escurren las fresas que habíamos cortado el día anterior y se reservan con 2 cucharadas del sirope que han escurrido y 1 cucharada de vino dulce. Al resto del sirope se mezcla con la otra cucharada de vino dulce y con eso se empapan las tortas que están ya en el vaso.
Encima se ponen un par de cucharadas de fresas, una capa de 1 ó 1'5 centímetros más o menos, y encima se pone un yogur natural, una capa que sea casi como lo que ya tenemos. Nosotros utilizamos yogur desnatado azucarado, al final es a lo que te acostumbras, si vas a utilizar otro tipo de yogur no hay problema, pero recuerda azucararlo un poco para que no sea ácido.
Hay que llevarlo al frigo al menos 1 hora antes de comerlo para que coja los sabores y esté fresquito. Y cuando se sirva hay que terminar con la decoración: lo primordial es echar por encima una cucharada de las fresas cortadas a trocitos con una parte de la mezcla de sirope y vino dulce, y por ejemplo se puede cortar una fresa en cuatro trozos para, o en forma de abanico.
También puedes utilizar el yogur pero haciendo una gelatina.
Para ello tienes que utilizar un poco de nata líquida, calentarla y añadirle el espesante que quieras, llevarlo a ebullición y añadirle los yogures. En el momento de poner la capa de yogur en el postre, y previamente atemperado un poco, pondrás en vez del yogur natural, la gelatina, y en ese caso sí que hay que llevarlo al frigo para que el espesante actúe y se forme la gelatina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario