Hace ya unos meses en la típica degustación de productos, un establecimiento de alimentación tenía diferentes tipos de croquetas, todas lógicamente de una misma casa que quería promocionar en su establecimiento.
Hasta ahí nada del otro mundo, pero cuando me pongo a hablar con el comerciante, alguien conocido para mi, me comenta que las que están haciendo furor son las croquetas de calamares en su tinta!
La verdad es que me llamaron mucho la atención, y antes incluso de probarlas compré unas pocas para tomarnos un aperitivo en casa ese mismo día. Hice buena compra, estaban deliciosas, pero también es cierto que pensé "esto lo tengo que hacer".
Y hace unos días me metí en harina (nunca mejor dicho), aunque yo las hice de chipirones, no de calamares.
Ingredientes:
- 3 ó 4 chipirones o calamares, pero que sean medianos, que no sean muy grandes.
- 1 cebolla más bien grande.
- 2 ajos grandes.
- 1 pimiento verde mediano.
- 1 tomate mediano triturado.
- 1 chorro de vino blanco.
- 1 vaso de caldo de pescado.
- 1 cucharadita de tinta de calamar.
- 4 cucharadas de harina.
- leche.
- sal.
- pimienta blanca.
- nuez moscada.
- aceite de oliva y mantequilla.
Preparación.
Lo primero que hay que hacer es preparar los chipirones, es decir, limpiarlos perfectamente y trocearlos en trozos muy pequeños y reservarlos.
Lo segundo hay que preparar las verduras: picar la cebolla, el ajo y el pimiento verde muy finos y triturar el tomate. Poner en una cazuela un poco de aceite y añadir la cebolla y el ajo con un poco de sal, darle unas vueltas y pasados unos minutos añadir el pimiento verde. Una vez que está pochado hay que añadir el tomate triturado y continuar sofriendo todo.
Una vez que tenemos el sofrito hay que añadir el caldo de pescado y un chorro de vino blanco, añadir la tinta de calamar y rectificar de sal, cuidado porque la tinta de calamar suele ser un poco salada.
Hay que dejar cocer todo varios minutos para posteriormente triturar la salsa, ya sea con un pasapurés o con unas varillas eléctricas. Cuando está todo triturado se vuelve a poner al fuego.
En una sartén con un poco de aceite, muy poco, se ponen los chipirones picados que antes habíamos preparado y reservado para que se doren un poco, y cuando están dorados, en apenas 3 ó 4 minutos, se añade a la cazuela que habíamos dejado de nuevo al fuego. Ahí tiene que cocer todo al menos 10 minutos para que cojan todos los sabores.
Una vez que está hecho se puede empezar a hacer masa de las croquetas. En una sartén se añade una nuez de mantequilla y el aceite de oliva, se añaden las 4 cucharadas de harina y se tuestan bien para que no queden crudas y sepan a harina. Cuando el harina está tostada hay que ir añadiendo poco a poco los chipirones en su tinta, comenzando por la salsa, para ir haciendo la bechamel, y en el caso de que todavía se quede la pasta muy dura se puede añadir un poco de leche.
Una vez que la masa tiene la consistencia necesaria (un poco dura por que si no es complicado hacer las croquetas) se añade la nuez moscada, la pimienta blanca y se rectifica de sal, y con eso se deja unos minutos cocer para terminar.
La masa tiene que enfriarse y posteriormente hay que hacer las croquetas, cada uno como quiera (croqueta tradicional, bola ...) para pasarlas por harina, huevo batido y pan rallado; puede hacerse un doble rebozado, lo que supondría pasarlas de nuevo por huevo batido y pan rallado.
Tras eso simplemente freírlas en abundante aceite y una vez fritas sacarlas a un papel absorbente para desechar el exceso de aceite y ... buen provecho!
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