Tenía la idea de carne rellena, pero en trozos pequeños, en escalopines; trozos rellenos con algo que fuera compatible con la nata para poder hacer una salsa con base de este producto y finalmente me lancé.
Ingredientes:
- 6 filetes de magro de cerdo (también pueden ser de ternera, solo que en este caso serán más grandes y posiblemente se necesiten menos).
- 1 loncha de jamón serrano de 1/2 cm. de grosor.
- 1 calabacín pequeño.
- 1 cebolla pequeña.
- 1 pimiento verde.
- 1 puerro.
- 2 ajos.
- 1 frasco de paté (campaña, pimienta, finas hierbas, del que se tenga a mano).
- Nata líquida.
- Queso tierno.
- 1 cucharada de harina.
- Vino blanco.
- Sal, pimienta, tomillo y nuez moscada.
- Aceite.
Preparación.
Lo primero es preparar todos los ingredientes, así cuando los vas a utilizar ya están listos y no pierdes tiempo: hay que cortar en juliana fina la cebolla, el pimiento verde y el puerro y reservar por separado; hay que picar muy fino el ajo, y el calabacín hay que cortarlo en dados de 1 cm. aproximadamente, salvo un último trozo que hay que cortarlo en ruedas finas; y el jamón serrano hay que cortarlo en taquitos pequeños.
Para hacer la farsa con la que rellenar los escalopines, hay que poner en una sartén el ajo, la cebolla y el pimiento a pochar, y cuando está casi pochado hay que añadir el jamón serrano, darle unas vueltas y pasados varios minutos añadir los tacos de calabacín. Hay que darle una vueltas en el fuego y quitarlo para que el calabacín se haga poco y reservarlo. Cuidado con la sal puesto que el jamón serrano ya tiene sal suficiente.
Una vez que está terminado es mejor pasar por un colador toda la farsa para quitarle todo el posible exceso de aceite.
Para ir formando los escalopines se pone en la tabla un filete, hay que salpimentarlo con mucho cuidado para que no tenga exceso de sal, coger una porción de la farsa y colocarla en el centro, cortar un trozo de paté, como para cubrir el relleno, y ponerlo encima de éste. Con cuidado hay que cerrar el filete en forma de rollito y para que no se abra unir ambos extremos con un palillo.
Se van haciendo el resto de los filetes y se colocan en una fuente apta para el horno, se le echa por encima media cucharada del aceite que ha soltado la farsa y en ese momento se le pone encima también un poquito de nuez moscada y unas hebras de tomillo.
Se ponen con el horno precalentado a 180 grados durante 20 minutos, pero a los 15 minutos se sacan, se les quita el palillo y se les añade un chorrito de vino blanco. Cuando están se les quita el jugo y el aceite que hayan soltado.
Hay que hacer una salsa bechamel, para la que podemos utilizar el aceite y el jugo que han soltado los escalopines. Tiene que ser una salsa ligera a la que podemos añadir un poco de queso tierno.
Y por último hay que hacer los crujientes, por un lado hay que freír en abundante aceite muy caliente el puerro pero cuidado con quemarlo, y por otro lado para hacer los chips de calabacín hay que enharinar las rodajas de calabacín y freírlas también en abundante aceite muy caliente.
Para montar el plato ya por último, hay que poner unas cucharadas de salsa bechamel en el fondo, poner 2 ó 3 escalopines encima y por último colocarles los crujientes, tanto el puerro como las chips de calabacín. Y buen provecho.
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