Si es que hay que reconocer lo que hay que reconocer: la cocinera en mi casa es mi madre, y qué cocinera!!!
Llevaba algún tiempo queriendo hacer un bizcocho de los de yogurt, pero de los que la medida es un vaso de yogurt, de los de toda la vida, porque últimamente con Oier en casa todos son con chocolate o con algo.
Mira que hay recetas, y alguna en su libro de cocina, pero por no buscarla y yo que tampoco le animaba, el bizcocho sin hacer.
Hasta que un día dijo, la hago y ya!. Al final mientras ella fregaba los cacharros de la comida, me iba indicando a mi qué pasos ir dando, y cuanto terminó lo metimos al horno... Menudo resultado!.
Ingredientes:
- 2 huevos.
- 6 cucharadas de azúcar.
- una pizca de sal.
- 3 yogures naturales y sin azúcar.
- 3/4 de vaso de yogurt de aceite de girasol.
- 1/2 vaso de yogurt de aceite de girasol.
- 6 papelillos de gaseosa.
- 6 ó 7 cucharadas de harina.
- La raspadura y el zumo de 1/2 limón.
- Una pizca de canela
Preparación.
Hay que batir los 2 huevos con las 6 cucharadas de azúcar y una pizca de sal hasta conseguir una mezcla blanquecina.
Hay que añadir los 3 yogures y seguir batiendo, y tras ellos el aceite de girasol. No se debe dejar de batir en ningún momento.
Tras ellos se añade la leche y los papelillos de gaseosa (aunque estos se pueden mezclar previamente con la harina para añadirlos con ella) y seguir batiendo.
Y por último ir añadiendo la harina poco a poco, batiendo bien para que no queden grumos. Nosotros pusimos 6 cucharadas, pero quizás pida un poco más, cuidado con pasarse puesto que si añadimos mucha más al final quedará más apelmazado.
Hasta aquí lo básico para que el bizcocho salga, pero podemos añadir algunos ingredientes para aromatizarlo. En nuestro caso añadimos la raspadura y el zumo de 1/2 limón, y canela, como 1/2 cucharada de café. Pero esto ya digo que no es básico, es un añadido como otro cualquiera.
Es muy importante batir todo muy bien, que quede una mezcla muy homogénea, y se puede dejar reposar unos minutos para untar el molde en el que vamos a hornearlo con un poco de aceite de girasol y espolvorearlo con un poco de harina para que no se pegue.
En el horno precalentado tiene que estar 30 minutos a 200 grados y mejor con el aire puesto, pero según vuestro horno hay que controlarlo para que no se queme la parte superior. Nosotras tuvimos que poner un papel de aluminio en la parte superior para que no se quemara tras 15 minutos de cocción.
No abráis el horno más que para esa maniobra, si es necesaria, veréis qué bizcocho más bueno, esponjoso y perfecto para comer solo o para rellenarlo.
Otras opciones son añadirle frutos secos como pasas o almendra fileteada, o añadirle alguna fruta escarchada en trocitos pequeños, pero éste ya no era el bizcocho que buscaba mi madre, ese se quedará para otro día.