Champiñones, otro de esos productos que puede ser el protagonista o ser un gran secundario en muchas recetas.
En mi tierra los champiñones no es que se den, hay muy buenas setas, pero champiñones no, sí que desde hace mucho algunas familias los tienen en casa, en las cueva. Las alpacas ya preparadas para la producción se venden en muchos sitios y lo único que tienes que hacer es mantener las condiciones que se indican para que salgan.
En casa tradicionalmente se han hecho en la lumbre, encima de las brasas sobre una parrilla, muy hechos y habitualmente como acompañamiento en otros platos. Claro mi abuela Inés cocinaba principalmente en la lumbre baja.
Con los años las cosas fueron cambiando y con la llegada de los hornos y la desaparición de la lumbre para cocinar se abrieron otras opciones. Inicialmente solos, simplemente con un chorrito de aceite y un poco de sal, y posteriormente con preparaciones más elaboradas, como los rellenos.
En casa tradicionalmente se han hecho en la lumbre, encima de las brasas sobre una parrilla, muy hechos y habitualmente como acompañamiento en otros platos. Claro mi abuela Inés cocinaba principalmente en la lumbre baja.
Con los años las cosas fueron cambiando y con la llegada de los hornos y la desaparición de la lumbre para cocinar se abrieron otras opciones. Inicialmente solos, simplemente con un chorrito de aceite y un poco de sal, y posteriormente con preparaciones más elaboradas, como los rellenos.
La forma más tradicional es poner los champiñones bien limpios, con un poco de sal y sin el pie en una bandeja para apta para el horno. Se pelan unos ajos que se trituran en el mortero con unas ramitas de perejil y un poco de sal. Cuando está todo perfectamente machacado se le añade un poco de vino blanco y un poco de aceite, y con todo se hace una pasta un poco ligera que es la que se pone en el interior de los champiñones los últimos 7 u 8 minutos que estén en el horno, de forma que el ajo se cocina, y el champiñón coge los sabores.
En otras ocasiones se enriquecían estos champiñones con unos taquitos de jamón serrano, que se ponían encima del majado de ajo los últimos minutos. Esta esta opción tiene otras variantes como picar muy pequeño el ajo y en vez de machacarlo freírlo con los taquitos de jamón en una sartén, para añadirlo a los champiñones en el último momento antes de sacar los champiñones del horno.
Yo voy a dar otra receta, no porque las formas tradicionales sean malas, todo lo contrario, son riquísimas, pero ... dicen que en la variedad está el gusto.
Ingredientes.
- 10 champiñones grandes.
- 1/2 cebolla pequeña.
- 1 ajo.
- 1/2 pimiento verde pequeño.
- 1/2 tomate triturado.
- 2 zanahorias medianas.
- 1 loncha de jamón york de 0'5 cms. de grosor.
- 1 loncha de queso tierno.
- 1 chorro de vino blanco.
- 1/2 cucharadita de harina y un chorrito de leche.
- Sal, pimienta, nuez moscada y tomillo.
Preparación.
Como siempre lo que me gusta es ir preparando los ingredientes y reservarlos para que, cuando sean necesarios para cocinarlos, los tengamos preparados.
De esa forma limpiamos los champiñones, les quitamos el pie, y los reservamos. Picamos en taquitos muy pequeños la cebolla y el ajo; por otro lado el pimiento verde y por otro la zanahoria. Por último solo queda picar el jamón york en taquitos.
Los champiñones se ponen en una bandeja apta para el horno con un poco de sal, un chorrito de vino y otro de aceite y se meten a 180 grados durante al menos 15 minutos (el tiempo lo determinas tú en función de los hechos que te gustan). Otra opción es meterlos al microondas en vez de al horno, de esa forma en 4 ó 5 minutos, según lo hechos que te gusten, los tendrás preparados.
A la vez que están haciéndose los champiñones hay que empezar con el relleno. En una sartén con poco aceite, hay que poner a sofreír la cebolla y el ajo. Tras varios minutos añadimos el pimiento y seguimos pochando unos minutos más. Y pasados varios minutos más el tomate triturado. Solo nos queda añadir la zanahoria y dejar que todo se poche bien.
Añadimos el jamón york y damos una vueltas para que se haga un poco. Claro aquí también podemos sustituir o completar con jamón serrano, pero en ese caso hay que tener cuidado con la sal, porque además llega el momento de rectificar de sal, añadir un poco de pimienta blanca molida, de nuez moscada y de tomillo.
Pasados varios minutos hay que ponerle un chorrito de vino blanco y dejar que se evapore el alcohol. Es el momento de añadir un poco de harina, tostarla e inmediatamente un poco de leche. La finalidad no es hacer una besamel, es únicamente que hay un poco de ligazón en el relleno.
El relleno está hecho y ahora hay que ir poniéndolo en los champiñones, para terminar con unos taquitos de queso tierno por encima y meterlos a gratinar. Mi truco está en, además de ponerle unos taquitos de queso tierno, ponerle también unos taquitos de queso fuerte, normalmente de rulo de cabra, de forma que el resultado final es mucho más rico.
Una vez que están gratinados se puede decoran con unas lascas de queso fuerte, con un poco más de tomillo, con un poco de sal en escamas, con lo que quieras.
Claro que opciones hay muchas más:
- Olvídate del sofrito y haz un relleno a base de foie de pato cocinado con la mitad de los pies de los champiñones picados y con un poquito de carne de ternera picada.
- Rellena únicamente con jamón serrano en taquitos y haz una crema de queso que tenga dos funciones, la de ligar el relleno y la de dar sabor, y decora con unas lascas de queso curado y un poco de tomillo en polvo.
- El pollo da también muy buen resultado para el relleno, con un poco de sofrito de cebolla y ajo, con unas pasas picadas para dar un punto dulce y para terminar utiliza unos taquitos de queso fuerte o unas lascas de queso fuerte encima.
Variantes hay muchas, ahora prueba y encuentra la que más te guste.