sábado, 23 de agosto de 2014

Salmorejo con sorpresa crujiente.

Supongo que conocéis a Alex Mújica. 

Alex es uno de los grandes cocineros de la cocina navarra. Durante años estuvo al frente de un restaurante en un caserío en Leitza, el Basa Kabi. Posteriormente se trasladó a Pamplona para hacerse cargo del restaurante del Gran Hotel La Perla, el mítico hotel de la Plaza del Castillo, único cinco estrellas de Navarra gracias a la remodelación que acababa de sufrir y en el que siempre se hospedaban Ernest Hemingway, Sarasate o Gayarre, cuando visitaban Pamplona.

Fue un momento muy oportuno, algunos de los míticos restaurantes de Pamplona como Las Pocholas (el Hostal del Rey Noble que precisamente Alex Múgica recuperó a través de su nuevo restaurante en Pamplona) o el Hartza habían cerrado por jubilación de sus dueños, sin que hubiera habido el relevo generacional que les hubiera permitido mantenerse abiertos.

Bueno, pues todo esto para deciros que ésta es una receta, a años luz por supuesto, de La Cocina de Alex Mújica.

Unos sanfermines, hace ya cuatro años, mi padre continuaba trabajando y no tenía fiesta más que el fin de semana, eran los primeros sanfermines de mi sobrino Oier y a mi me había ido bien en el trabajo, de forma que me di el gustazo de pasar toda una mañana de domingo familiar y sanferminera y terminarla invitando a mi familia a comer. Toda la familia, en un enclave precioso en medio de la Estafeta y con una de las mejores cartas de todo Navarra.

Y como aperitivo en tanto esperábamos a que trajeran los platos, nos sirvieron un vasito que parecía una sopa fría de tomate ..., pero qué sopa!. Cremosa, potente, y cuando la cogías con la cucharita había algo en el fondo ..., un crujiente con anchoas que hacía un conjunto magnífico. 



Rápidamente miré a mi madre para ver qué me decía y cuando pudimos mirar, remirar, degustar y "redegustar" el pincho pensé que algo, al menos parecido, podíamos hacer en casa. 

Y dicho y hecho. En los últimos años se ha convertido en uno de los pinchos preferidos en casa. Lógicamente ni se acerca al pincho de Alex, pero tiene su puntito. 
 
Ingredientes: 

    - 5 ó 6 tomates medianos. 
    - Un trozo de pan, mejor del día anterior, como de 5 dedos de largo de una barra normal.
     - 3 rebanadas de ese mismo pan del día anterior. 
     - 1 ajo pequeño. 
     - 1/2 vaso de aceite. 
     - Anchoas en salazón. 
     - Un chorro de vinagre. 
     - Sal. 
Lo primero que hay que hacer es escaldar los tomates para poder quitarles la piel, y es mejor también quitarles las pepitas aunque no siempre lo hago. El resultado hay que meterlo en un recipiente con el pan mojado en agua y muy bien escurrido, el ajo al que le habremos quitado el tallo, y un chorrito de vinagre (cuidado, es muy poco). Metemos la batidora y vamos batiendo y añadiendo poco a poco el aceite. Se rectifica de sal y una vez que está bien pasado se reserva en el frigorífico.
 
Se cortan las rebanadas de pan del día anterior quitándoles la corteza y formando cubos, podrás sacar al menos 4 cubos de cada rebanada. Se ponen en un plato apto para el microondas y se mete para hacer con ellos un crujiente, es decir, los cubos de pan tienen que quedar totalmente secos, y por lo tanto crujientes, pero no quemados.

Se extienden las anchoas en una tabla de cocinar, se les quitan las espinas que puedan tener y se enrolla con cada una de ellas un cubo de pan de los que hemos secado en el microondas, de forma que los cubos tampoco pueden ser muy grandes, como de 1 cm. de lado. Y cada cubo enrollado en el filete de anchoa se cierra con un palillo y se reserva en un vasito en los que se va a servir, yo utilizo los vasos pequeños de chupito.

Una vez que se va a llevar a la mesa es cuando se termina el pincho. Se pone un poco de salmorejo en el fondo del vaso de chupito, se coloca el cubo de pan y anchoa y se rellena el vasito con salmorejo. Se pone encima a modo de decoración un poco, muy poco, de sal en escamas y unas gotas de aceite de anchoas. 

Se termina el pincho en el momento de servirlo puesto que si se hace antes el pan se humedece y desaparece el toque crujiente.

Espero que si lo probáis os guste tanto como a nosotros.


domingo, 3 de agosto de 2014

Empedrao, o cómo reutilizar una judías guisadas sacando un plato redondo.

La casa de mis abuelos era una casa de labradores, creo que ya lo he dicho alguna vez. 
 
Eso supone que se tomaba leche o café muy, pero que muy temprano, luego los hombres se iban al campo, y se llevaban el almuerzo para la media mañana, para reponer fuerzas y seguir trabajando.
 
Claro, el almuerzo no era un poco de fruta y algo de pan. Ni mucho menos. Había que preparar un buen almuerzo, porque el trabajo era duro.
 
Además y por otro lado, no se tiraba de nada, nunca les faltó de comer, había huerto y había corral para tener buena materia prima, pero eran tiempos duros.
 
Con estas dos premisas tenemos algunas de las recetas de mi abuela de chuparse los dedos, una de ellas es la del EMPEDRAO, una forma de aprovechar las judías guisadas que hubieran quedado de un día anterior.


Ingredientes.

     - Judías blancas guisadas, lo mejor es que sean del día anterior y son necesarios como una ración para 2 personas.
     - 1 vaso de arroz.
     - 1/2 tomate sin piel y muy picado.
     - 1/4 cebolleta muy picada.
     - 1 pimiento verde mediano, éste picado grande para que luego el que no lo quiera lo pueda quitar.
     - 2 chorizos cortados en rodajas.
     - 2 dientes de ajo.
     - 1/2 cucharadita de pimentón dulce.
     - 1/2 pastilla de caldo de carne concentrado.
     - 3 ó 4 vasos de agua o mejor de caldo de ave.
     - Una pizca de azafrán.
     - Una pizca de colorante.
     - Comino
     - Sal.
     - Aceite.
 
Preparación.
 
Hay que poner en una cazuela un poco de aceite y se pone a pochar el tomate pelado, la cebolleta y el pimiento verde. Los dos primeros se ponen muy picados para que posteriormente desaparezcan en el guiso, y el pimiento verde en trozos más grandes para que aquél a quien no le guste lo pueda quitar de su plato.
 
Se corta el chorizo en rodajas y se incorporan a la cazuela cuando las verduras están casi pochadas, se le dan unas vueltas para que se sofría un poco y se añade 1/2 cucharadita de pimentón dulce. Hay que darle unas vueltas a fuego bajo para que se no se queme y después se añade el arroz.
 
Al arroz hay que darle unas vueltas con el resto de los ingredientes e inmediatamente añadir el agua o el caldo de ave si se tiene. Hay que tener en cuenta que es mejor añadirlo caliente, y a pesar de eso dejarlo que rompa a hervir.
 
Una vez que está hirviendo es cuanto se tiene que arreglar el guiso: se añade el azafrán y el colorante, se machacan en el mortero 2 dientes de ajo y unos granos de comino (cuidado con el comino que es muy fuerte), se añade un poco de sal y si lo que tenías era agua se puede echar 1/2 pastilla de concentrado de carne, pero cuidado si has añadido caldo, ya tendrá la sal correspondiente y puedes dejarlo salado.
 
Hay que dejar que el arroz se vaya haciendo poco a poco y cuando está al dente y le faltan unos minutos todavía, se añaden las judías blancas guisadas del día anterior y se rectifica de sal. Se añaden al final al guiso puesto que las judías están hechas ya ,y lo único que es necesario es que todo coja los sabores en la cacerola.
 
Éste es el "empedrao" que hacía mi abuela y que ahora hace mi madre. Es un plato potente, muy potente y que no es para comer todos los días, ni mucho menos, únicamente muy de vez en cuando, en los días de frío invierno.
 
Otra receta muy buena que dejaremos para otro días es la de guiso de judías blancas pero en vez de con arroz con patatas fritas ... Sí con patatas fritas, impresionante! pero esa la dejaremos para otro día. 



viernes, 1 de agosto de 2014

Cena, aperitivo, picoteo ... PIZZETAS!!!

Viernes ... fin de una semana dura de trabajo, de hecho hoy he llegado un poco tarde a trabajar porque esta mañana no me podía despegar de las sábanas. Ayer fue 31 de julio con mucho calor en Pamplona y se hizo largo el día, salí del despacho a las 21'45 de la noche. 

Hoy ha sido una mañana intensa y también larga, pero ... no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista, y ha llegado el relax del viernes por la tarde. Pero claro, estamos en Pamplona y qué ha ocurrido, que la tarde ha ido oscureciéndose, ha comenzado a tronar y está cayendo una buena tromba de agua. 

Todo esto para qué. Pues para deciros que me apetece cocinear, sacar algo rico de cenita, entretenerme, relajarme, comenzar el finde bien, y cargar energía porque la semana que viene pretendo coger unos días de vacaciones, y solo con cerrar cosillas que tengo encima de la mesa del despacho, creo que tengo para no aburrirme un solo momento en al menos 3 días.

Y qué?. Pues llevo unos días pensado en pequeñas y variadas pizzas ... masa muy esponjosa, buen tomate casero e ingredientes ricos. Pizzas que te las puedas comer en un par de bocados, casi de pincho, de forma que finalmente comas pizza pero de diferentes tipos, y no de uno o dos solo.

Ingredientes para la masa de la pizza.

   - 600 gr. de harina.
  - Levadura de pan o levadura en polvo, mejor la primera pero si no hay pues la segunda, y si no tienes de ninguna de las dos pues varios sobres de gaseosa.
   - Una pizca de sal.
   - Un chorro de aceite de oliva.
   - Un chorro de vinagre.
   - 1 vaso de agua caliente, unos 200 c.c.

Ingredientes para la pizza.
 
  - Salsa de tomate, mejor si es casera.
  - Salsa barbacoa.
  - Nata líquida.
  - Queso (crema, tierno, curado, Brie, Camembert).
  - Anchoas.
  - Atún al natural.
  - Jamón york.
  - Bacon.
  - Pollo.
  - Chorizo.
  - Pimiento del piquillo en conserva.
  - Champiñones.
  - Calabacín.
  - Cebolla.
  - Tomillo y orégano.

Hay que poner en un bol la harina (no toda puesto que luego necesitaremos una poca para que las pizzetas no se peguen), la levadura, la sal y darle unas vueltas con un tenedor. Después se añade un chorro de vinagre y un chorro de aceite y poco a poco se va moviendo con un tenedor al principio y añadiendo el agua caliente.

Una vez que la masa no admite más agua hay que echarla sobre la mesa y amasarla bien para que todo se quede integrado. Es muy importante que quede una masa suelta.

Con la masa echa se mete en un bol con un poco de harina para que no se pegue, se tapa con un paño y se deja reposar en un lugar templado para que suba un poco, alrededor de 2 horas, pero si no tienes este tiempo el truco es meter la masa en el horno templado 2 minutos.

Mientras se deja reposar se pueden ir adelantando los ingredientes de las pizzetas.

Hay que coger 2 anchoas, picarlas muy menudas y añadirlas a un pequeño bol, triturar otras 3 ó 4 en el mortero y añadirlas al mismo bol. Coger 2 cucharadas de queso crema y un poco de nata (muy poca, como una cucharada porque solo es para aligerar un poco es queso), añadir una pizca de nuez moscada y mezclar con la pasta de anchoas, y cuando está reservar.

Hay que sacar el atún a un bol y desmigarlo un poco, añadirle 1 ó 2 anchoas machacadas y mezclarlo bien, y se le puede añadir también un poco de surimi muy picado y con todo mezclado también reservar.

Hay que picar con el cuchillo, nada de picadora, y reservar en su correspondiente recipiente el pollo en dados pequeños, el bacon el batones, el jamón york en cuadrados y el chorizo (o la chistorra mejor) en ruedas.

Y lo mismo hay que hacer con los vegetales, el champiñón limpiarlo y cortarlo en lonchas, el calabacín en rodajas finas, la cebolla en juliana y el pimiento del piquillo en conserva en tiras.

Y por último los diferentes quesos, el tierno, el Brie y el Camembert en dados de 1 cm. aproximadamente, el curado muy muy picado. Lógicamente pongo queso tierno pero el que disponga de mozzarella, que la utilice en vez del queso tierno.

Cuando la masa ha subido hay que hacer pequeñas porciones, como del tamaño de 1 huevo de gallina más o menos, y empezar a extenderlas de forma redondeada, ponerlas sobre papel de horno en una bandeja de horno, añadirles una base fina de tomate y que cada uno le ponga a la pizza lo que más le guste.

Hay muchas opciones:

1. Carbonara. Distribuir unos bastoncitos de bacon y unos cuadrados de jamón york, añadir una loncha de champiñón, se distribuyen varios trozos de queso tierno y Camembert, un pequeño chorro de nata líquida, una pizca de sal y de nuez moscada, tomillo y orégano.

2. Barbacoa. Distribuir trozos de pollo, algunos bastones de bacon y un poco de jamón york, añadir queso tierno y queso Brie, y regar con un poco de salsa barbacoa, tomillo y orégano (se puede añadir también un chorrito de nata líquida y la salsa barbacoa no quedará fuerte de sabor).

3. Queso. Distribuir trozos de queso Brie y Camembert, añadir por encima un poco del queso curado, por ejemplo tipo Rocal, muy picado, un poco, pero muy poco de nata montada, tomillo y orégano.

4. Vegetal. Distribuir unas rodajas de calabacín, unas lonchas de champiñón y unas tiras de pimiento del piquillo en conserva, añadir un poco de queso tierno y un poco de queso curado, un poco de tomillo y de orégano.

5. De atún. Distribuir parte de la mezcla que hemos realizado con el atún y las anchoas, poner un poco de la cebolla cortada en juliana por encima y distribuir queso tierno, tomillo y orégano.

6. De anchoas. Distribuir porciones de la mezcla de queso crema y anchoas que hemos realizado, con un poco de tomillo y orégano.

7. De carne. Distribuir tacos de pollo, bastones de bacon y ruedas de chorizo, decorar con unas tiras de pimiento del piquillo, añadir queso tierno, Brie, Camembert y un poco de curado, el tomillo y el orégano.

Siete posibles combinaciones, pero hay tantas como imaginación le eche cada uno. Qué tal un poco de foie con crema hongos!!!, o unas setas picadas y bien fritas con queso y unas gambas!!!, o queso de cabra, albahaca, carne picada y champiñones!!! Pues seguro que diferentes y muy aconsejables.

Y porqué no unos calzone, o mejor dicho, unas empanadas que son como se llaman en mi tierra.

Yo no he hecho todas las que describo, solo he hecho de jamón york y bacon, de atún y de queso, para empezar no tenía en casa todos los ingredientes, no había realizado compra, pero es lo bueno de la pizza, que puedes hacerla con lo que tengas en la nevera y en la alacena, y la verdad es que han salido deliciosas.