domingo, 28 de agosto de 2016

Tarta de yogur

Los días 27 de agosto, desde hace 3 años, se han convertido en malísimos días en mi casa, pero bueno, hay que pasarlos.

Si a eso le añadimos que llevaba tiempo pensando en hacer una de esas tartas con base de nata y gelatina, que hacía unos días había comprado tanto nata como gelatina, que tenía unos yogures naturales a punto de caducar y que lo mejor para no pensar y dejar a la cabeza a su libre albedrío es tener las manos ocupadas, se dan todas las piezas para ponerme a cocinar, y dicho y hecho.




Ingredientes:
 
- Para la base:

   - 3/4 ó 1 paquete de galletas tipo María.
   - 120-150 gr. de mantequilla.

- Para la masa:

   - 1 brick de nata para montar de 500 ml.
   - 4 yogures naturales edulcorados.
   - De 5 a 7 cucharadas de azúcar.
   - 15 gr. de gelatina neutra.
   - 150 ml. de agua.

- Para la cobertura:
  
   - 2 cucharadas de mermelada de fresa.
   - 1 yogur de fresa.
   - 3 gr. de gelatina neutra.
   - 125 ml. de agua.
   - Colorante alimentario rojo.



Lo primero es hacer la base para meterla al frigo.

Mete en una bolsa las galletas. Entre 3/4 partes de las galletas de un paquete tipo María y el paquete entero. Ya sabes uno de esos 4 paquetes en los que están divididos los paquetes tipo María, ya sean redondas o rectangulares.

Es variable la cantidad porque hay diferentes cuestiones: el tamaño del molde en el que vas a hacer la tarta y si te gusta más o menos el sabor que le da la base de galleta.

El molde que yo he utilizado es uno desmoldable de 22 cm. de diámetro, y me gusta el toque que da la galleta, o sea que puse un paquete entero.

Ahora viene lo divertido para hacer con niños. Coge el rodillo, cierra la bolsa y tritura las galletas, que queden casi como polvo. Si dispones de un procesador de alimentos también puedes utilizarlo, y lógicamente el polvo será más uniforme y será más rápido, pero no es necesario.

Pon las galletas trituradas en un bol, derrite la mantequilla en el micro, añádesela a las galletas e integra todo. Una buena opción es ir añadiendo la mantequilla poco a poco, precisamente por lo que he dicho antes, el número de galletas es variable y por lo tanto de mantequilla también puede serlo.

Vuelca la pasta de galletas en un molde desmoldable, extiéndela por toda su superficie, y compáctala bien, esfuérzate un poco para que sea una base sólida de una capa de grosor de entre 1 y 1'5 cm.

Tras esto, el molde va al frigo a que se enfríe y se compacte bien.

Vamos a por la masa de la tarta.

Pon en un bol la nata líquida, que esté lo más fría posible; pasa por un molinillo entre 5 y 7 cucharadas de azúcar y tritúralas, bueno, el que prefiera que compre directamente azúcar glas. Y añádelas a la nata líquida.

La cantidad es variable porque a cada uno le gusta más o menos dulce, además de que yo utilicé yogures edulcorados y por lo tanto necesitaba menos azúcar, por eso tendrás que ir probando la mezcla para buscar tu punto de dulzor.

Con nata y azúcar en el mismo bol empieza a batir. Yo utilicé las tradicionales varillas, pero si tienes un pequeño robot de cocina resultará bastante más cómodo, rápido y menos cansado.

Tienes que semimontar la nata líquida, que quede muy espesa y que casi duplique su tamaño, que quede prácticamente montada.

Sin dejar de batir en ningún momento tienes que ir añadiendo los yogures naturales uno a uno.

Pon unos 150 ml. de agua en un bol, añádele 15 gr. de gelatina neutra y remuévelo. Mételo al micro y caliéntalo para que la gelatina se disuelva completamente y deja que se atempere. Mientras puedes comprobar cómo va la base de galletas, por si necesitas compactarlo un poco más, o puedes comprobar el dulzor de la masa por si tienes que añadirle un poco más de azúcar.

Puedes añadir unos 100 ml. de agua para deshacer la gelatina y ahora añadir los 50 ml. que faltan para completar los 150 ml., pero ten cuidado porque la gelatina solidifica con el frío y te puedes llevar una sorpresa. 

Una vez que está casi a temperatura ambiente tienes que ir añadiendo a la mezcla la gelatina disuelta en agua sin dejar de batir. Bajará un poco su volumen, pero no te preocupes, por eso hay que llevar la nata casi al punto de montada.

Saca el molde del frigo y añade la nueva mezcla de nata. Y de nuevo al frigo con ella. Tiene que esta al menos 2 horas para que la gelatina haga su efecto.

Pasadas estas 2 horas hay que ponerse a hacer la cobertura.

En un bol añade 2 cucharadas de mermelada de fresa (yo tenía casera de una amiga a la que le sale de lujo) y un yogur de fresa e integra ambos ingredientes.

Por otro lado en un pequeño bol hay que poner la gelatina neutra y añadirle el agua, mezclarlo bien, y como antes meterlo en el micro para que se caliente y la gelatina se disuelva.

Hay que volver a atemperar la gelatina e integrarla en mezcla de fresa que habíamos reservado, dándole un poco de color, puesto que se va a quedar muy clara, con un poco de colorante alimentario rojo.

Tras eso volvemos a sacar nuestra tarta del frigo y añadimos la cobertura, y vuelta al frigo por al menos 6 horas. Cuidado porque la mermelada de fresas suele tener pepitas, o sea que yo utilicé un colador para añadir la cobertura y que de esa forma fuera lo más fina posible.

Por mucho que el molde sea desmoldable hay que pasar por la pared del mismo un cuchillo de hoja fina o estrecha para separar las paredes. Ah! y comprueba previamente a todo esto que el molde se desmolda fácilmente, porque yo no lo hice y casi la lío porque no podía sacarlo :)

Una forma de presentación diferente pasa por utiliza como moldes los rectangulares de papel de aluminio. Si queremos presentarlo en forma de cuadrados en una mesa, tenemos que utilizar esos moldes para, una vez el postre hecho, cortarlo y romperlo e ir cortando cuadraditos de tarta que colocar sobre un papel para magdalenas y sacar a la mesa en una bandeja. 



En esas 2 horas de espera para hacer la cobertura y después se me ocurrieron ya unas cuantas alternativas:

1. Cobertura de gelatina.

Puedes utilizar directamente un poco de gelatina de fresa para la cobertura, antes de hacer todo el rollo que hice yo, pero es que no se me ocurrió comprar. O gelatina del sabor de la fruta que le hayas metido en vez de yogur.

2. Tarta de queso.

Cambia el yogur natural por queso fresco, queso de untar (tipo filadelfia), o incluso requesón. Recuerda tener cuidado aquí con el azúcar.
Y como cobertura utiliza una crema de arándanos o de frutos rojos (mermelada con gelatina) o simplemente no le pongas cobertura, lo pones en una salsera y que cada uno se añada a su plato lo que quiera.

3. Tarta de frutas.

Cambia el yogur por fruta. Pica fruta fresca (fresas, melocotón, kiwi, limón, naranja, sandía ...), añádele azúcar y déjalo macerar en el frigo durante al menos 24 horas. Tritúralo con un tenedor para que queden trocitos y utiliza esta pasta para mezclar con la nata semimontada en vez de el yogur.
Como cobertura puedes utilizar el mismo tipo de fruta utilizada, en ruedas o en trocitos, a la que añadirás un poco de gelatina neutra o con sabor, de forma que todo quede integrado.

4. Tarta de mouse de chocolate.

Deshaz chocolate negro en el micro y atempéralo un poco para ir añadiéndolo a la nata semimontada. Lo más frío posible para que la nata no se baje mucho, pero lo suficiente para que no se vuelva a solidificar antes de mezclarlo, aunque para eso también puedes añadirle un poco de leche y de esa forma no se solidificará de nuevo rápidamente.

Para la cobertura puedes utilizar desde polvo de galletas hasta cualquier producto de decoración de chocolate (virutas, bolitas de chocolate o de colores, etc.), y si eres un poco ducho con la magna pastelera, incluso unos montoncitos de nata montada.

5. Otras tartas. 

Se me ocurren de café o de dulce de leche, aunque ésta debe ser muy dulzona, habría que tener mucho cuidado. 


Lo siento, esta vez no hice fotos de todo el proceso como siempre, al final se me olvidaron, pero espero que la explicación haya sido lo suficientemente clara como para no perderse, porque la tarta es realmente fácil, o sea que si os animáis, buen provecho.

      

miércoles, 16 de marzo de 2016

La manzana y la rosa

Desde hace algún tiempo vengo viendo composiciones que parecen lo que no son.
 
En concreto me estoy refiriendo a esas composiciones que parecen una rosa pero que están hechas de manzana. Esas composiciones casi perfectas que combinan la manzana y el hojaldre.
 
 
 
 
Mi madre hace una tarde de manzana deliciosa, pero salvo ésa, las demás tartas, tarteletas ... de manzana, compradas o hechas en casa, no me suelen gustar, y estas composiciones me temía que no me gustarían dado que únicamente son masa y manzano, dentro no tendrían ningún tipo de crema, que es precisamente lo que a mi me parece que le da su punto a la tarta de manzana.
 
En casa la verdad es que les gustan casi todas, y hace unos días, un domingo tras comer, viendo la maravillosa programación de televisión, me puse al lío. No había masa de hojaldre, pero seguro que conseguía una masa, tipo a la que mi madre hace para la tarta de manzana, pero más consistente que me permitiera ver cómo quedaba el postre.
 
Ingredientes:
 
   - 1 huevo.
   - 3 cucharadas soperas de azúcar y un poco de azúcar glass para espolvorear.
   - 2 nueces de mantequilla.
   - 1/2 vaso de leche.
   - 1/2 cucharadita de postre de sal.
   - 1/2 cucharadita de postre de canela (opcional).
   - 1 sobre de levadura en polvo.
   - 6 vasos de harina.
   - 2 manzanas.
   - 2 cucharadas soperas de mermelada de albaricoque (también sirve la de melocotón).
   - El zumo de 1/2 limón.
   - 2 cucharada de miel.
   - 2 cucharadas de agua.
 
Lo primero indicaros que la medida que pongo como referencia es la de un vaso, pero no un vaso de agua, sino un vaso de vino. Y lo segundo es que esta masa la hice en sustitución de la masa de hojaldre que no tenía, pero estoy completamente segura que con masa de hojaldre quedarán muchísimo mejores.
 
En un bol batimos el huevo y añadimos las 3 cucharadas de azúcar y la sal y lo batimos bien; seguidamente hay que añadir y batir el 1/2 vaso de leche y la mantequilla derretida. En este punto también añadí la canela, pero creo que en las próximas ocasiones no lo haré, dejaré la canela para espolvorear al final y para el que quiera ponerlo en su rosa.
 
Hay que mezclar la levadura el polvo con la harina e ir añadiéndola poco a poco. Llegará un momento en el que tendrás que echar la masa sobre una mesa para seguir amasando. Una vez que está amasada hay que dejarlo reposar al menos 5 minutos y volver a amasarla bien, y dejarlo reposar de nuevo 10 minutos antes de continuar con ella.
 
En esos momentos de reposo de la masa hay que preparar el resto de ingredientes.
 
Los primero es descorazonar la manzana y pelarla, aunque tampoco es imprescindible lo último, sobre todo si son manzanas rojas, y cortarla a la mitad. Con una mandolina hay que sacar lonchas de cada mitad, por lo tanto lonchas muy finas. Para que la manzana cortada no se oxide hay que ponerlas en un bol con el zumo de medio limón y reservar.
 
Por otro lado, en un pequeño bol hay que poner la mermelada, la miel y las 2 cucharadas de agua y meterlo al microondas a penas 1 minuto para que se disuelva al máximo la miel y se puedan integrar bien los 3 elementos.
 
Reposada la masa hay que estirarla en forma rectangular, debe quedar una plancha de un 2 ó 3 milímetros, realmente muy fina. Y de ella  hay que ir recortando tiras aproximadamente de 25 cms. de largo por 4 cms. de ancho.
 
En esas tiras vamos a utilizar la mitad superior, de forma que hay que pintarlas en ese trozo con un poco de la mezcla de mermelada, e ir colocando encima de la mermelada las lonchas de manzana. Una vez que está cubierta toda la tira, doblaremos y cubriremos parte de las lonchas de manzana con la mitad inferior de la masa, de forma que tendremos algo como la masa doblada por la mitad, con la mermelada por dentro, y también por dentro pero sobresaliendo, las lonchas de manzana.
 
Teniendo la tira debemos enrollarla sobre sí misma desde uno de los extremos con mucho cuidado para que no se rompa. En este momento veremos si la manzana estaba cortada lo suficientemente fina, puesto que si son lonchas gruesas se romperán y no quedará el efecto que buscamos.
 
Se colocan en moldes de magdalenas o en pequeñas flaneras previamente engrasados con un poco de mantequilla y para terminar se pueden pintar con un poco de huevo y espolvorear con un poco de azúcar glass. De ahí van al horno precalentado a 180 grados durante al menos 25 minutos.
 
Una vez que las tenemos podemos volver a espolvorearlas con un poco de azúcar glass antes de que se queden frías, y como decía antes, el que quiera puede echarles también un poco de canela en polvo.
 
Con esto la receta estaría terminada, pero como vuelvo a decir, personalmente la tarta, tarteleta ... de manzana que me gusta es la que lleva un poco de crema dentro. Por lo tanto, es posible hacer un poco de crema pastelera para el momento en el que se vayan a sacar a la mesa. La presentación sería muy sencilla: en un plato se coloca la crema pastelera y encima la rosa de manzana.
 
Si la hacéis espero que os salga bien y sobre todo que os guste.
 
 
 
 
 
 
  
 
 

jueves, 17 de diciembre de 2015

Bizcocho de la yaya

Si es que hay que reconocer lo que hay que reconocer: la cocinera en mi casa es mi madre, y qué cocinera!!!
 
Llevaba algún tiempo queriendo hacer un bizcocho de los de yogurt, pero de los que la medida es un vaso de yogurt, de los de toda la vida, porque últimamente con Oier en casa todos son con chocolate o con algo.
 
Mira que hay recetas, y alguna en su libro de cocina, pero por no buscarla y yo que tampoco le animaba, el bizcocho sin hacer.
 
Hasta que un día dijo, la hago y ya!. Al final mientras ella fregaba los cacharros de la comida, me iba indicando a mi qué pasos ir dando, y cuanto terminó lo metimos al horno... Menudo resultado!.
 
 
 
 
 
Ingredientes:
 
   - 2 huevos.
   - 6 cucharadas de azúcar.
   - una pizca de sal.
   - 3 yogures naturales y sin azúcar.
   - 3/4 de vaso de yogurt de aceite de girasol.
   - 1/2 vaso de yogurt de aceite de girasol.
   - 6 papelillos de gaseosa.
   - 6 ó 7 cucharadas de harina.
   - La raspadura y el zumo de 1/2 limón.
   - Una pizca de canela
 
Preparación.
 
Hay que batir los 2 huevos con las 6 cucharadas de azúcar y una pizca de sal hasta conseguir una mezcla blanquecina.
 
Hay que añadir los 3 yogures y seguir batiendo, y tras ellos el aceite de girasol. No se debe dejar de batir en ningún momento.
 
Tras ellos se añade la leche y los papelillos de gaseosa (aunque estos se pueden mezclar previamente con la harina para añadirlos con ella) y seguir batiendo.
 
Y por último ir añadiendo la harina poco a poco, batiendo bien para que no queden grumos. Nosotros pusimos 6 cucharadas, pero quizás pida un poco más, cuidado con pasarse puesto que si añadimos mucha más al final quedará más apelmazado.
 
Hasta aquí lo básico para que el bizcocho salga, pero podemos añadir algunos ingredientes para aromatizarlo. En nuestro caso añadimos la raspadura y el zumo de 1/2 limón, y canela, como 1/2 cucharada de café. Pero esto ya digo que no es básico, es un añadido como otro cualquiera.
 
Es muy importante batir todo muy bien, que quede una mezcla muy homogénea, y se puede dejar reposar unos minutos para untar el molde en el que vamos a hornearlo con un poco de aceite de girasol y espolvorearlo con un poco de harina para que no se pegue.
 
En el horno precalentado tiene que estar 30 minutos a 200 grados y mejor con el aire puesto, pero según vuestro horno hay que controlarlo para que no se queme la parte superior. Nosotras tuvimos que poner un papel de aluminio en la parte superior para que no se quemara tras 15 minutos de cocción.
 
No abráis el horno más que para esa maniobra, si es necesaria, veréis qué bizcocho más bueno, esponjoso y perfecto para comer solo o para rellenarlo.
 
 
 

 

 
Otras opciones son añadirle frutos secos como pasas o almendra fileteada, o añadirle alguna fruta escarchada en trocitos pequeños, pero éste ya no era el bizcocho que buscaba mi madre, ese se quedará para otro día.




 

 

 

Rollitos sorpresa con salchichas.

Hace unos meses me diagnosticaron una enfermedad que me obliga a pasar hospitalizada períodos más o menos largos, y ahí he encontrado a un montón de personas que, por vocación, cuidan de nosotros, a unos cuantos ángeles que me están ayudando a salir adelante.

Uno de estos ángeles en Maitane. Una de mis enfermeras que además tiene algunas cosas en común conmigo: es una chica joven, le encanta cocinar, y tiene un sobrino, Hugo, que es el niño de sus ojos.

Y hace unos días me acordé de que esta receta estaba medio escrita, una receta que había compartido con Oier y sobre todo había disfrutado con él.

Pues para Maitane va esta receta, para que la pueda hacer con Hugo y disfrutar de dos cosas tan bonitas como la cocina y su sobrino, como yo lo hice con Oier.

Ya sabéis Oier cree contento y feliz, lo que llama la atención es cómo y cuánto se ríe, y disfruta de todo y de todos los que le rodeamos. Para él es un premio estar en casa de la yaya, de hecho el mayor problema cuando viene es que no se quiere ir, y son sus padres los que tienen que tirar de él para sacarlo de casa.
 
Poco antes de entrar yo en el hospital, como él estaba de vacaciones y no tenía que levantarse pronto, se quedó en casa varios días. Lo único que oímos desde que entró fue "tía" y "yaya", y lo único que quiere es jugar a lo que sea, con todo disfruta. Y como no, como ya he dicho en otras ocasiones, disfruta también cocinando con la tía y con la yaya, aunque luego tenga "algunos problemillas" para comer.
 
Como sabía que iba a estar en casa un par de días estuve pensando en qué cocinar con él, algo nuevo y divertido para que se siga interesando por la cocina. Pizza ya habíamos hecho en varias ocasiones, las hamburguesas no le entusiasman (bueno, en general la carne), la nuggets son recurrentes cuando está en casa porque le encantan y las patatas fritas "con salsitas" también. 
 
Me acordé de las salchichas, que atravesadas por el típico palo de brocheta, se empanan y se pueden acompañar por "salsitas" como él dice, y busqué a ver qué encontraba, y al final nos pusimos a cocinar.

Ingredientes.
 
   - 1 envase de salchichas tipo Frankfurt, cada cual de las que más le gusten (normales, rellenas de cheso, con sabor a bacon ...).
   - Tantas rebanadas de pan de molde como salchichas.
   - Tantas lonchas de queso tierno como salchichas.
   - Tantos palos para brochetas como salchichas.
   - 2 huevos.
   - Pan rallado para empanar.
   - Sal, y si quieres pimienta y nuez moscada para el empanado.
   - Aceite de girasol.
  - Salsas para acompañamiento: salsa barbacoa, kétchup, mahonesa ...

Preparación.
 
Lo primero que tenemos que hacer es quitar el borde a las rebanadas de pan de molde, aunque otra opción es comprarlo ya sin borde.
 
Tras eso hay que estirar cada rebanada de pan de molde con un rodillo. Tiene que quedar el pan completamente apelmazado y con un grosor de a penas 2 milímetros, además, estirando la rebanada en un único sentido, la rebanada quedará un poco más larga.
 
Tras eso hay que coger las lonchas de queso y ajustarlas a cada rebanada, de forma que en uno de los extremos la loncha de queso sea aproximadamente 1 dedo más corta que la rebanada de pan.


 
 
Cogeremos una salchicha y ajustaremos su tamaño a la rebanada de pan y a la loncha de queso, de forma que poniéndola en uno de los extremos la podamos enrollar sobre el queso y el pan.
 
Debe quedar un rollito apretado y que no se deshaga fácilmente. Repetimos la acción con las demás salchichas.



 
 
Batimos un huevo, al que además de la sal podemos añadirle un poco de pimienta y de nuez moscada, y pasaremos por él cada rollito, y posteriormente por el pan rallado. Cuidado con este paso porque debe quedar bien sellado para evitar que cuando se fría el queso interior se salga. Y cada rollito lo freímos en abundante aceite. En esta ocasión utilicé aceite de girasol, a fin de que se hiciera rápidamente por el exterior (mi madre siempre me ha dicho que el aceite de oliva recuece más los alimentos, frente al aceite de girasol).
 
Una vez que están fritos se pasan a un papel absorbente y con un poco de cuidado se atraviesan longitudinalmente por un palo de brocheta.
 
Únicamente queda servirlos acompañados de las salsas que te apetezcan, en casa barbacoa y mahonesa, pero vamos, eso queda a vuestro gusto.
 
Espero que os guste la idea, los niños están entretenidos, van desenvolviéndose en la cocina y van viendo cómo se hacen algunas comidas para ver que no tienen nada raro, sino cosas que les gustan. 



Pero tenemos diferentes opciones.

 - Podemos utilizar jamón york, jamón serrano o unos bastoncitos de pechuga de pollo cocida o a la plancha, además de queso, y olvidarnos de las salchichas.

 - Lo podemos hacer en forma de pincho divertido. Sería utilizando queso, jamón serrano o unos bastones de pechuga de pollo cocida previamente a la plancha y pimientos verdes fritos. Se cortaría en 3 ó 4 partes y se rebozaría, o no, con una capa de una salsa bechamel muy fina, a la que además le hemos podido añadir un toque de queso. Tras ello se rebozarían con huevo batido y pan rallado y ya utilizar un palo de brocheta sería opcional, porque deberían quedar de pequeño tamaño, para poder comerlos de una sola vez.

 - Incluso podemos utilizar el típico relleno de los burritos: pochar vegetales en juliana (cebolla, pimiento, zanahoria) y también unos bastones de carne sofrita, y todo ello ponerlo en uno de los extremos del pan para enrollarlo en sí mismo.

Bueno Maitane, que no me cansaré nunca de darte las gracias por estos meses y por los que me quedan todavía y que espero que los hagas con Hugo y que os divirtáis tanto como yo lo hago con Oier.

 








 

viernes, 23 de octubre de 2015

Tosta de pan de cereales con chistorra.

No hay nada como ponerse a cocinear sin pensarlo, nunca sabes lo que puede salir.

Hace ya unos cuantos días hice unas tortas rellenas saladas y para que quedaran más bonitas, les puse el típico huevo batido. El problema es que utilicé una pizca de huevo y quedó casi todo sin tocar y quedó también un poco de queso curado muy picado que había utilizado. Y en mi casa no se tira la comida.

Queso, huevo ... había chistorra y pan de cereales, y rápido intenté una tostada diferente.
 
 

 
Corta una rebanada de pan de cereales de 2 dedos de grosor y con mucho cuidado aplasta la miga con los dedos haciendo un hueco. Cuidado con las paredes del pan que no se rompan, tiene que quedar lo más estanco posible.

En el huevo batido ponle un poco de sal, un poco de tomillo y de orégano y el queso, yo he utilizado quedo curado, pero cualquier otro tipo puede ser posible, y añádelo en la oquedad que has hecho en la rebanada. 

Por último corta una rodajas de chistorra y ponlas por encima como si estuvieran clavadas en el queso y al horno precalentado a 200 grados durante varios minutos

El resultado la verdad es que es bastante bueno. 

 
 
 


Roll de salchichas.

Supongo que habréis visto esas tartas compuestas pequeñas formaciones circulares, esas tartas tipo bizcochos que a veces asemejan composiciones de flores perfectamente geométricas.

Creo que las vi por primera vez en la sección de panadería y pastelería del típico hipermercado, no hace mucho tiempo, la verdad. Eran dulces, no se si tenían algún relleno, y con el típico glaseado blanco por encima. Supongo esas tartas sería de bizcocho tipo brioche y si le pones chocolate por dentro serán buenísimas.

Lo que si me gustó e hicimos en casa hará ya varios años, fueron unas piruletas de hojaldre con un relleno de morcilla, piñones y pimientos del piquillo. Y lo gracioso es que el sistema era muy sencillo, y me vino a la cabeza en el momento en el que vi unas tortas, tipo la anterior, pero salada con jamón york y queso. Lógicamente siendo salado el bollo no puede ser brioche, sino pan, que si esos rollitos los dejas colocados en el recipiente en el que lo vas a hornear, antes de que la masa de pan suba, pues se pegarán entre sí. Muy sencillo el sistema.
 
 


Ingredientes.

     - 250 gr. de masa de pan. Puedes encontrar los ingredientes en la receta de la focaccia, pero para que sea rápido son 250 gr. de harina, 150 ml. de agua templada en la que se ha disuelto 15 grs. de levadura de panadería, 1/2 cucharadita de café de sal y 1/2 de azúcar y un poco de aceite.
     - 6 salchichas tipo Frankfurt.
     - 1 huevo batido. 
     - Queso rallado.

Preparación.

Lo primero es hacer la masa del pan. En un bol hay que echar la harina, la sal y el azúcar, y en un vaso añadir el agua templada y disolver en ella la levadura de pan; mezclar los elementos secos y húmedos y cuando ya no puedes mezclar en el bol, lo echas a la mesa, te embadurnas las manos con aceite, y amasas hasta obtener una masa homogénea. Tienes de quejarlo reposar unos 15 minutos y posteriormente volver a amasar.

Con la masa de pan hecha lo que no hay que hacer es dejarla reposar, sino que tenemos que seguir haciendo la receta.

Estiramos la masa en planchas de casi 1 cm. de grosor y con la anchura de una salchicha. Colocamos una salchicha en un extremo y la enrollamos una vez y casi media, de forma que quede más o menos sellada. Ese rollito lo tenemos que partir en 4 trozos y repetimos la misma operación hasta obtener 12 rollitos.

Buscamos un recipiente para formar la torta y hornear. Yo encontré los típicos platos para hacer huevos al plato. Lo primero que hay que hacer es embadurnar el fondo con aceite para que no se peguen y se pueda desmoldar bien. Y tras eso hay que colocar los rollitos separados entre sí aproximadamente por 1 cm. y ahora sí dejar que la masa de pan repose durante unas durante 2 horas.

Un poco antes de que terminen esas 2 horas de reposo hay que rallar el queso, yo he cogido un queso curado y fuerte, y batir un huevo. Hay que pintar los rollitos por la parte de arriba, colocar el queso por encima y meterlos al horno precalentado a 200 grados durante unos 15 minutos. Si tras esos 15 minutos la parte de arriba no ha cogido un color tostado, puedes ponerlos unos minutos más en modo tostador.

Una vez que está hecho y se ha enfriado un poco se puede desmoldar fácilmente y ... buen provecho.

Pero esto no es más que como los he hecho en esta ocasión. Variantes hay muchas:

   - Carne: rellenar el rollito con queso curado rallado y carne picada rehogada con cebolla, ajo y pimiento rojo y/o verde, o sin pimiento rehogado pero con unas tiras de pimiento de piquillo.
   - Jamón: rellenar el rollito con queso curado rallado y unas lonchas de jamón serrano.
   - Chistorra: hay que rellenar el rollito con chistorra, pero en este caso dejaría la plancha de masa de pan al menos con 1 cm. de grosor, puesto que la chistorra suelta grasa, o si se prefiere se puede poner la chistorra ya hecha y por lo tanto habiéndole quitado gran parte de la grasa.

En los dos primeros casos hay que extender el relleno sobre la masa y dar al menos 2 vueltas para formar cada rollito, no como en el caso de las salchichas Frankfurt o la chistorra.

   - Chocolate: aquí la masa sería la de pan, o puede ser también la de brioche; habría que deshacer chocolate y extenderlo sobre la plancha de masa, y también daría al menos 2 vueltas enteras a cada rollito.
   - Otros rellenos dulces pueden ser de mermelada o de crema pastelera.

Hagáis el relleno de lo que lo hagáis que os salga rico! 





 

domingo, 31 de mayo de 2015

Champiñones rellenos.

Champiñones, otro de esos productos que puede ser el protagonista o ser un gran secundario en muchas recetas.
 
En mi tierra los champiñones no es que se den, hay muy buenas setas, pero champiñones no, sí que desde hace mucho algunas familias los tienen en  casa, en las cueva. Las alpacas ya preparadas para la producción se venden en muchos sitios y lo único que tienes que hacer es mantener las condiciones que se indican para que salgan.

En casa tradicionalmente se han hecho en la lumbre, encima de las brasas sobre una parrilla, muy hechos y habitualmente como acompañamiento en otros platos. Claro mi abuela Inés cocinaba principalmente en la lumbre baja.

Con los años las cosas fueron cambiando y con la llegada de los hornos y la desaparición de la lumbre para cocinar se abrieron otras opciones. Inicialmente solos, simplemente con un chorrito de aceite y un poco de sal, y posteriormente con preparaciones más elaboradas, como los rellenos.


La forma más tradicional es poner los champiñones bien limpios, con un poco de sal y sin el pie en una bandeja para apta para el horno. Se pelan unos ajos que se trituran en el mortero con unas ramitas de perejil y un poco de sal. Cuando está todo perfectamente machacado se le añade un poco de vino blanco y un poco de aceite, y con todo se hace una pasta un poco ligera que es la que se pone en el interior de los champiñones los últimos 7 u 8 minutos que estén en el horno, de forma que el ajo se cocina, y el champiñón coge los sabores.

En otras ocasiones se enriquecían estos champiñones con unos taquitos de jamón serrano, que se ponían encima del majado de ajo los últimos minutos. Esta esta opción tiene otras variantes como picar muy pequeño el ajo y en vez de machacarlo freírlo con los taquitos de jamón en una sartén, para añadirlo a los champiñones en el último momento antes de sacar los champiñones del horno.

Yo voy a dar otra receta, no porque las formas tradicionales sean malas, todo lo contrario, son riquísimas, pero ... dicen que en la variedad está el gusto.

Ingredientes.

- 10 champiñones grandes.
- 1/2 cebolla pequeña.
- 1 ajo.
- 1/2 pimiento verde pequeño.
- 1/2 tomate triturado.
- 2 zanahorias medianas.
- 1 loncha de jamón york de 0'5 cms. de grosor.
- 1 loncha de queso tierno.
- 1 chorro de vino blanco.
- 1/2 cucharadita de harina y un chorrito de leche.
- Sal, pimienta, nuez moscada y tomillo.

Preparación.

Como siempre lo que me gusta es ir preparando los ingredientes y reservarlos para que, cuando sean necesarios para cocinarlos, los tengamos preparados.

De esa forma limpiamos los champiñones, les quitamos el pie, y los reservamos. Picamos en taquitos muy pequeños la cebolla y el ajo; por otro lado el pimiento verde y por otro la zanahoria. Por último solo queda picar el jamón york en taquitos.

Los champiñones se ponen en una bandeja apta para el horno con un poco de sal, un chorrito de vino y otro de aceite y se meten a 180 grados durante al menos 15 minutos (el tiempo lo determinas tú en función de los hechos que te gustan). Otra opción es meterlos al microondas en vez de al horno, de esa forma en 4 ó 5 minutos, según lo hechos que te gusten, los tendrás preparados.

A la vez que están haciéndose los champiñones hay que empezar con el relleno. En una sartén con poco aceite, hay que poner a sofreír la cebolla y el ajo. Tras varios minutos añadimos el pimiento y seguimos pochando unos minutos más. Y pasados varios minutos más el tomate triturado. Solo nos queda añadir la zanahoria y dejar que todo se poche bien.

Añadimos el jamón york y damos una vueltas para que se haga un poco. Claro aquí también podemos sustituir o completar con jamón serrano, pero en ese caso hay que tener cuidado con la sal, porque además llega el momento de rectificar de sal, añadir un poco de pimienta blanca molida, de nuez moscada y de tomillo.

Pasados varios minutos hay que ponerle un chorrito de vino blanco y dejar que se evapore el alcohol. Es el momento de añadir un poco de harina, tostarla e inmediatamente un poco de leche. La finalidad no es hacer una besamel, es únicamente que hay un poco de ligazón en el relleno.

El relleno está hecho y ahora hay que ir poniéndolo en los champiñones, para terminar con unos taquitos de queso tierno por encima y meterlos a gratinar. Mi truco está en, además de ponerle unos taquitos de queso tierno, ponerle también unos taquitos de queso fuerte, normalmente de rulo de cabra, de forma que el resultado final es mucho más rico.

Una vez que están gratinados se puede decoran con unas lascas de queso fuerte, con un poco más de tomillo, con un poco de sal en escamas, con lo que quieras.
 
 

 


Claro que opciones hay muchas más:

- Olvídate del sofrito y haz un relleno a base de foie de pato cocinado con la mitad de los pies de los champiñones picados y con un poquito de carne de ternera picada.

- Rellena únicamente con jamón serrano en taquitos y haz una crema de queso que tenga dos funciones, la de ligar el relleno y la de dar sabor, y decora con unas lascas de queso curado y un poco de tomillo en polvo.

- El pollo da también muy buen resultado para el relleno, con un poco de sofrito de cebolla y ajo, con unas pasas picadas para dar un punto dulce y para terminar utiliza unos taquitos de queso fuerte o unas lascas de queso fuerte encima.

Variantes hay muchas, ahora prueba y encuentra la que más te guste.