sábado, 7 de febrero de 2015

Bollitos para hamburguesas.

Me gustan las hamburguesas, pero me gustan las que hacemos en casa, con carne picada bien arreglada, su tomate y lechuga, una buena loncha de  buen queso ... todos los ingredientes bien frescos y bien cocinados.

No me entusiasman los bollitos de hamburguesa, tipo pan de molde, pero tampoco me emocionan los que son pan normal, y desde que controlo un poco más la levadura de panadería estoy pensando en hacer unos bollitos para cenar una buena hamburguesa. 




Total, que después de comer me he puesto a ello, para poder esta noche cenar una hamburguesa, eso sí, como tenía tanta previsión de sésamo nada.

Ingredientes para 6 bollitos (o 4 grandes).

- 150 ml. de agua.
- 25 gr. de levadura de panadería.
- 1 huevo batido.
-1/2 cucharada de azúcar y 1/2 cucharada de sal.
- 1 cucharada de mantequilla.
- 450 gr. de harina.

Lo primero hay que poner a calentar un poco el agua y disolver la levadura de pan, y ponerlo en un bol grande, añadir el huevo batido, la mantequilla a punto pomada, el azúcar y la sal, y con un tenedor ir mezclando bien todos los ingredientes.

Tras esto hay que añadir la harina poco a poco y seguir moviendo con el tenedor mientras puedas, puesto que llegará un momento en el que no podrás seguir y tendrás que echar la masa encima de la mesa para amasar con las manos. 

Una vez que la masa está amasada hay que dejarla reposar aproximadamente 15 minutos y tras ello volver a amasar un poco más para finalmente formar un cilindro, personalmente es la mejor forma para dividir la masa. Hay que dividirla en 6 partes o 4 si quieres unos bollitos más grandes.

Pon el horno a 75 grados durante 2 ó 3 minutos, es el truco de turno para dejar reposar la masa en un lugar templado y que suba más rápidamente. 

Ponemos papel de horno en la bandeja del horno y vamos colocando cada una de las 6 porciones en la bandeja, bien redondeadas y separadas entre sí para que no se peguen porque llegarán a duplicar su tamaño, y metemos la bandeja en el horno apagado ya y únicamente templado. Lo dejamos reposar aproximadamente 30 minutos, aunque si lo dejas un poco más tampoco pasa nada. También puedes dejarlos reposar del modo tradicional, al menos 2 horas tapados con un paño húmedo.

Una vez que han subido los bollitos ya hay que poner el horno, 20-22 minutos a 180 grados. Cuando hayan pasado 15 minutos hay que dar a los bollitos un poco de mantequilla con una brocha, de esa forma quedarán, además de dorados, brillantes, y ponerles por encima el sésamo (si lo tienes).

En el momento en el que el horno termina el tiempo marcado tienes que comprobar si la parte de debajo está bien cocida y si no lo está puedes poner el horno 5 minutos más o puedes dejar la bandeja todavía dentro unos minutos más puesto que con ese calor terminarán de hacerse. 

Y ya están los bollitos para las hamburguesas, tan sencillo como esto.





Teniendo esto ya vuestra imaginación es la importante para hacer la hamburguesa que queráis, la mía la hice así: buena carne mezcla de ternera y cerdo para que sea jugosa, cebolla confitada, bacon a la plancha, queso cremoso, aunque el tipo Roncal tierno es de muerte, lonchas finas de tomate, lechuga, mahonesa, kétchup y salsa barbacoa, creo que no me dejo nada.


 
 






Brioche

Llevo tiempo pensando en esos bollos de brioche, esponjosos y tostados, para desayunar por las mañanas, para hacerlos a la plancha con mantequilla y mermelada para merendar, ...




La levadura que utilizo habitualmente es en polvo, básicamente porque la levadura de panadería la suelo tener en el congelador y ya solo partirla hasta conseguir lo que necesitas, es un poco tostón, resulta más cómoda la levadura en polvo.

Pero se acabó, es invierno y hace mucho frío en la calle, es sábado y es mejor quedarnos en casa y cocinear un rato. Queda poca levadura de panadería y voy a aprovecharla para hacer el brioche, luego ya buscaré dónde comprar una nueva pastilla.

Ingredientes:

- 250 ml. de leche.
- 100 ml. de aceite de girasol o de mantequilla derretida.
- 40 gr. de levadura de panadería.
- 2 huevos batidos.
- 250 gr. de azúcar.
- 1 pizca de sal.
- 650 gr. de harina.

Hay que poner en un bol la leche y el aceite, y meterlo al microondas pero solo para que se temple, no es necesario que se caliente.

Una vez templado vamos añadiendo el azúcar y la levadura de panadería. Para integrar ambos ingredientes, con un tenedor hay que mover bien hasta que se deshaga todo y quede bien integrado. Tras eso hay que añadir los dos huevos batidos y una pizca de sal, como una cucharadita de postre.

Poco a poco hay que ir metiendo la harina, llegará un momento en el que haya que echar la masa a la mesa y continuar amasando con las manos, para esto es mejor embadurnase un poco las manos en aceite de forma que la masa no se te pegue. Y una vez que está bien amasada tenemos que dejarla reposar durante 10 minutos.



Pasados esos 10 minutos volvemos a amasarla ligeramente y la dividimos en porciones. La suelo dividir en 6 porciones, con 4 de ellas hago 4 trenzas grandes, y con las otras 2 las divido a su vez a la mitad y hago trenzas más pequeñas, caracolas, o cualquier otra cosa como algún bollito relleno de chocolate.

Hacer las trenzas es muy sencillo: divides la masa en 2, una el doble que la otra de tamaño, y con ambas tienes que hacer tiras, la grande la doblas por la mitad en forma de "U" y la pequeña la pones en el centro de forma que ya tienes las tres tiras para hacer la trenza. 



La caracola es también muy sencilla, es una tira que ir enrollando en sí misma, pero cuidado porque no tiene que estar apretada, si no cuando fermente y crezca tendrás más que una caracola un "bollomoño".

Cada preparación va a la bandeja del horno previamente cubierta con papel de horno. Cuando hago la división de la masa lo que hago es que pongo el horno a 75 grados durante 2 ó 3 minutos únicamente para que se temple. De esta forma, ahora tengo el horno templado para ir metiendo las bandejas.

Tenemos ya las trenzas y/o las caracolas en las bandejas, hay que ponerlas bastante separadas para que no se peguen entre sí, teniendo en cuenta que van a duplicar su tamaño, y hay que pintarlas con un poco de huevo batido, tras eso hay que meter las bandejas al horno apagado (con el truco de antes solo está un poco templado) y dejar reposar la masa durante al menos 30 minutos, aunque si lo dejas durante más tiempo tampoco pasa nada.

Pasado el tiempo de reposo las trenzas y/o caracolas habrán duplicado su tamaño. Hay que poner en un pequeño bol un par de cucharadas de azúcar y añadir una pizca de agua de forma que quede una pasta blanquecina poco consistente. Con un tenedor pequeño hay que salpicar con esa mezcla la parte superior de los bollos y meterlos al horno. En función del tamaño necesitarán tiempo de cocción, pero a 180 grados no va a ser más de 25 minutos.






Si vas a hacer caracolas puedes picar muy fino algunas frutas escarchadas, como melón, cerezas, sandía, e hidratar unas pasas sin pepitas con un poco de vino dulce; de esa forma cuando ya tienes la porción de masa con la que hacer la caracola, le integras las frutas, de forma que al hacer la tira que enrollarás en sí misma la fruta quedará dentro de las caracolas. En el caso de caracolas sí hay que poner por encima la mezcla de azúcar y agua en mayor medida que en el caso de las trenzas.

Estos bollos al ser completamente caseros y no tener conservantes, están buenísimos durante ese día, pero quizás se queden un poco secos para los siguientes, por lo tanto lo mejor es guardarlos en un tupper, y si se quedan muy secos, como están deliciosos es con mantequilla en la plancha y mermelada.